Salve a la Santísima Virgen del Rosario
Salve Tú, Virgen morena,
lirio y clavel sevillano,
Tú que llevas en la mano
la Gloria, el Gozo y la Pena.
Danos el pan del consuelo,
el agua de tu perdón,
la paz de tu corazón
y la esperanza del cielo.
Y cuando el dolor taladre
mi cuerpo y mi pensamiento,
acogerás mi lamento
con tu ternura de Madre.
Y aunque suba a mi Calvario
o de alegrías me llenes,
sé que mi vida la tienes
pendiente de tu Rosario.
Salve Tú, Virgen Morena.
Rvdo. Padre D. José González Quevedo (S.J.)
Poesía a la Virgen
Llegada que dan las doce campanadas
todo San Julián canta de alegría
un niño de amor se hace poesía
y la tarde se hace mañana.
Un rayo de luz cruza la ventana
estrella de oriente de nulos restellos
que llena de gloria al niño más bello
a quién en su cuna le cantan la nana.
Su madre María que toda canela
mira con amor a su dulce niño
mientras la cunita forrada de armiño
se hace de soles y primaveras.
Niño gitanito de cara morena
lucero de gloria de esta tierra mía
rosario gozoso tu madre te guía
en este rincón que quita las penas.
Te canta San Marcos tu cuna primera
y Santa Marina te suspira cerca
San Luís te canta tras la rica verja
y los Capuchinos próximos te veneran.
Todos le cantan a tus maravillas
fuera del ojival suenan cascabeles
y no hay pintor que tenga pinceles
que pinte la gloria que das a Sevilla.
Y sobre ese pecho que es tu relicario
cierra tus ojitos en un dulce sueño
y toda Sevilla te siente dueño
junto con tu Madre del Santo Rosario.
Gabriel Solís Carvajal, 1997.
Plegaria a la Virgen del Rosario
Tú eres Virgen del Rosario
tú eres nardo y azucena
tú eres Reina en San Julián
tú eres la madre más buena.
San Julián te da su amor
San Julián te da su amor
¡Ay! Madre mía del Rosario
porque tú eres el consuelo,
y la alegría del barrio.
Manuel Losa, 1998.