La Santísima Virgen se ha vestido para el tiempo penitencial de Cuaresma y Semana Santa.
En esta ocasión, estrena saya de raso morado bordada en sedas de colores y oro, realizada a partir de una casulla fechada en la primera mitad del siglo XX.
El manto que la cubre es una pieza de brocado de seda morada con decoración floral dorada. Sobre este, se dispone la toca de sobremanto de encaje francés con dibujo de flores realizada en hilo de oro y datada en el Siglo XIX.
El tocado, por su parte, es una pieza de seda natural bordada en seda y encajes de principios del Siglo XX.
Así mismo, lleva el juego de orfebrería de diario realizado en metal plateado, a excepción del cetro que es de plata en su color.
El Divino Infante estrena una túnica de moaré enriquecido con encaje del punto de aguja del siglo XIX. Luce corona del juego de orfebrería diario, así como las sandalias de plata en su color realizadas por Esquembre en 2001.
