La Santísima Virgen se ha vestido para el tiempo penitencial de Cuaresma y Semana Santa.
En esta ocasión, estrena saya de raso de seda, bordada en oro en el Siglo XIX.
El manto que la cubre es una pieza de brocado de seda bourdeos con decoración floral dorada. Sobre este, se dispone la toca de sobremanto de tul de seda crudo bordada en oro, realizada con bordados antiguos, lentejuelas, cristales y piedras semipreciosas, guarnecida por encaje de punto de España y encaje de Bruselas.
El tocado, por su parte, es un cuello de encaje de duquesa y punto de aguja.
El Divino Infante viste una túnica de terciopelo burdeos bordada en oro por Guillermo Olivares Magro con un recargado diseño simétrico que fue realizada en la década de los 80 del Siglo XX, y que sería adaptada y confeccionada por José Luís Benítez Moreno en el año 2003.
Luce el juego de orfebrería de salida, que se compone de corona, cetro, sandalias y corona del Niño, realizada en plata sobredorada por los Hijos de Juan Fernández entre los años 1975 y 1981.
