La Santísima Virgen vuelve a su altar tras la Navidad

Con el fin de la Navidad y tras haber presidido el belén que nuestra corporación instala anualmente en la parroquia, Nuestra Señora del Rosario ha vuelto a su altar.

La Santísima Virgen se ha vestido para la cercana festividad de la Candelaria, que conmemora el acto de la purificación de la Virgen y de la presentación de Jesús en el Templo. Para esta ocasión lleva la saya de tisú dorado bordada en oro, plata y sedas por José Luis Benítez Moreno en 2006. El manto que la cubre es de seda color cardenal con una decoración floral de sedas de colores, encima del cual se dispone la toca de sobremanto realizada con encaje de chantilly dorado que tiene una decoración de flores bordadas enriquecidas con lentejuelas de oro y sedas de colores. El tocado, por su parte, está compuesto por un paño de encaje de tambor bordado sobre tul con zonas decoradas con aplicaciones de guipur. Los pendientes, que está estrenando, son de plata dorada adornados con piedras de cristal verde.

Así mismo, lleva el juego de orfebrería de diario realizado en metal plateado, a excepción del cetro que es de plata en su color.

El Niño Jesús viste un batón de encaje de tambor fechado en la segunda mitad del siglo XIX y la corona de plata dorada, anónima de principios del siglo XX, decorada con piedras semipreciosas de color verde.