6 septiembre, 2017

Ajuar

Antes de comenzar este análisis creemos necesario subrayar la importancia de nuestros hermanos, fieles devotos de María Santísima, que con su amor y entrega incondicional han realizado, además de sufragado, un impresionante ropero de prendas bordadas para que Nuestra Madre luzca siempre con el máximo esplendor. Esto es aún más destacable ya que tras el incendio de San Marcos la Hermandad perdió todo su patrimonio textil, a excepción de un par de sayas y el manto de salida.

Ajuar de la Santísima Virgen

Bordados

  • Saya bordada en cordoncillo, canutillo, hojilla y lentejuelas sobre raso color hueso. Finales del Siglo XIX.
  • Saya bordada en oro y sedas de colores sobre raso crudo. Procedente de una antigua casulla fechada a principios del Siglo XX.
  • Saya en seda de colores sobre raso beige. Fechada en 1918 y estrenada en el Belén que la Hermandad instaló en la Navidad de 2009.
  • Saya brocada en oro sobre tejido morado. Perteneció a la imagen que se perdió en los sucesos de 1936, en San Marcos. Esta saya es muy parecida a una que posee Nuestra Señora de Loreto, titular de la Hermandad de las Tres Caídas de San Isidoro.
  • Saya de terciopelo verde turquesa bordada en aplicación. José Luis Benítez, 1975.
  • Saya de raso crudo bordada en perlas y mostacillas. Confeccionada a partir de un traje de novia que una devota regaló tras su boda. José Luis Benítez, 1975 aprox.
  • Saya sobre tisú de plata. Guillermo Olivares, 1978.
  • Saya de raso celeste bordada en plata. Esta obra fue ejecutada gracias a la donación de varias chaquetillas y piezas sueltas de torero que realizó a la Hermandad el gran cofrade e historiador de las Glorias, Juan Martínez Alcalde. Guillermo Olivares, 1981.
  • Saya de salida. La joya textil del ajuar de la Santísima Virgen. Fue comprada en mayo de 1982 a un particular de Bollullos Par del Condado, por la cantidad de 60 € (10.000 pesetas). Esta magnífica obra del bordado está atribuida a la mano de las Hermanas Antúnez. Con diseño asimétrico, está resuelta a base de grandes hojas de acanto y roleos que impregnan a la obra de una gran solera y sabor antiguo. Se la puede fechar sobre finales del s. XIX. El mismo año de su compra se paso a tisú de plata, ya que estaba realizada sobre terciopelo negro, sin ningún tipo de alteración sobre el dibujo original, tarea llevada a cabo por nuestros hermanos José Luis Benítez Moreno y José Antonio Rivero Romero. Debido a su uso en 2007 fue restaurada y pasada a tisú de oro por José Antonio Grande de León, en una magnifica restauración que le devolvió a la prenda el esplendor perdido por el paso del tiempo. Este mismo taller realizó a juego el pecho de la saya con bordados procedentes de un antiguo paño de manifestar que se adquirió en un anticuario.
  • Saya sobre tisú de plata. Con bordados procedentes de la saya de salida de nuestra antigua titular, desaparecida en el incendio de San Marcos, y otros de una antigua saya rosa que poseía nuestra Madre. José Antonio Grande de León, 2005.
  • Saya bordada en oro, plata y sedas. De original diseño, sobre tisú dorado obra de nuestro querido hermano José Luis Benítez en 2.006, el cual reaprovecho piezas antiguas que poseía junto con otras de nueva ejecución, dando un resultado muy colorista y curioso.
  • Manto de Salida. Está realizado sobre terciopelo rojo bordado en oro. Su diseño es asimétrico, partiendo el dibujo de un gran cardo que se sitúa en la parte baja del mismo. Este posee gran parecido con el que centra la saya de la Virgen, con lo cual podemos encuadrarlo dentro del quehacer de las Hermanas Antúnez o de la primera (y menos personal) etapa del gran Rodríguez Ojeda. Posee un dibujo bastante disperso ya que en 1975 las monjas del Convento de Santa Isabel lo agrandaron y rellenaron gran parte de la obra con cordones y tallos para cubrir todo el espacio. Está en desuso desde 2005 debido a la precaria situación en que se encontraban los bordados. Actualmente en fase de restauración por el taller de José Antonio Grande de León.
  • Manto sobre terciopelo rojo cardenal. Su dibujo se dispone mediante una gran greca que lo rodea, realizada en aplicación, y un salpicado floral en el centro del mismo con bordados procedentes de trajes de luces. Es obra de Guillermo Olivares, 1982. Fue restaurado en 2005 por Grande de León, donde se limpió, reforzó y se le puso el fleco que lo guarnece.
  • Manto sobre terciopelo azul pavo. Al igual que el manto rojo la decoración de la prenda se desarrolla por medio de una gran greca que lo rodea y un salpicado de motivos florales en el centro. Está realizado mediante la combinación y superposición de tisúes dorados y sedas de colores, que le imprimen a la obra originalidad, además de un gran colorido. Hemos de señalar que este manto hace juego con la saya de tisú dorada, obra del mismo autor, antes reseñada. Es obra de José Luis Benítez Moreno, 2005.
  • Manto sobre raso crudo. El bordado se presenta en forma de abanico, es decir, una pequeña greca rodea el perímetro del mismo, partiendo de ella unas tiras de bordado que llegan hasta la cabeza de la Virgen. Esta igualmente realizado con la técnica de aplicación y combina tisúes dorados con cordoncillos de colores. Es obra de José Luis Benítez Moreno, 2007.
  • Toca de sobremanto de tul bordada en hojilla de oro. Finales del Siglo XIX.
  • Toca de sobremanto de encaje francés. Posee un bello dibujo de flores. Finales del Siglo XIX.
  • Toca de sobremanto de encaje dorado. Está guarnecido por un gran encaje de hojilla del mismo metal. Principios del Siglo XX.
  • Toca de sobremanto de tisú dorado sobre malla de oro. Guillermo Olivares, 1975.
  • Toca de sobremanto de tisú dorado sobre malla de oro. Guillermo Olivares, 1996.
  • Toca de sobremanto de chantilly dorado. Tiene apliques de flores realizadas en sedas colores y lentejuelas. Es obra de José Luis Benítez, 2005.
  • Toca de sobremanto de salida. Bordada en oro sobre tul crudo. Para ello se usaron bordados antiguos, reutilizados, a los que se les añadieron multitud de lentejuelas, cristales y piedras semipreciosas. Está rematada la obra por un encaje de duquesa, de finales del Siglo XIX, sobre el que se sitúa un encaje de hojilla de oro. Es obra de José Antonio Grande de León, 2008.

Orfebrería

  • Ráfaga de salida. Proviene del convento de Santa Clara de Sevilla y es considerada la mejor pieza de orfebrería de la sagrada titular. Está realizada en plata sobredorada, anónima de finales del Siglo XVIII, principios del XIX. Como se ha dicho antes esta magnifica obra de orfebrería procede del convento de las Clarisas y destaca por su gran envergadura y su perfecta silueta en forma de ocho. La ráfaga se compone de dos partes bien diferenciadas, la orla y los rayos. La orla esta decorada a base de motivos florales que forman cartelas en las que se insertan cabezas de ángeles de plata, en su color, y estrellas. Los rayos que parten de esta son lisos y alternan dos tamaños, terminando a bisel. Fue adquirida y donada a la Hermandad en 1.975 por Antonio Díaz. Desde entonces ha sufrido dos intervenciones, una realizada en los años 90 en el taller de Esquembre, dónde se doró, y otra en 2006 por parte del Taller de Orfebrería Amores. En esta intervención se restauró la ráfaga, reparándole rayos que se habían roto, se procedió a su reforzamiento y se le labró la orla de la parte posterior, con un dibujo en forma de nubes.
  • Corona de salida. Plata sobredorada, realizada en el taller de hijos de Juan Fernández, en 1975 y donada por Antonio Díaz. Destaca su original silueta apaisada, que le proporciona una gran personalidad. Esta compuesta por un gran canasto rematado por seis imperiales, teniendo una decoración floral y barroca como base. Igualmente posee labradas cuatro cartelas con emblemas marianos. El resplandor esta formado por una orla de nubes, con cabecitas de ángeles en plata (similares a los de la ráfaga) de la que parten los rayos, tanto lisos como flamígeros. Toda la obra se remata por una cruz con decoración de rocalla que se asienta sobre una bola del mundo. La corona ha sufrido varias restauraciones, la primera fue en 1976, cuando se le añadieron las estrellas y el nimbo con el Espíritu Santo, que remataba la cruz. Posteriormente, el taller de Esquembre la doró en dos ocasiones, y finalmente en 2006 Orfebrería Amores la restauró cambiándole el puente de sujeción, suprimiéndole las estrellas y situando el nimbo con el Espíritu Santo colgando dentro del canasto.
  • Cetro de salida. Plata sobredorada, realizada en el taller de hijos de Juan Fernández, en 1980 y donada por Antonio Díaz. Presenta decoración barroca de flores y hojarasca.
  • Media luna de salida. Plata sobredorada, realizada en el taller de hijos de Juan Fernández, en 1981 y donada por José Luís Benítez Moreno. Presenta decoración barroca de flores y hojarasca.

Ajuar del niño Jesús

Bordados

  • Túnica bordada en oro y sedas de colores sobre raso crudo. Década de los 20 del Siglo XIX.
  • Dos túnicas de seda blanca bordadas en canutillo y hojilla de oro. Finales del Siglo XIX.
  • Túnica burdeos bordada en oro. Guillermo Olivares adaptada por José Luis Benítez.
  • Túnica de terciopelo verde turquesa bordada en aplicación. José Luís Benítez Moreno, 1975.
  • Túnica de tisú plateado y repostero. Guillermo Olivares, 1978.
  • Túnica de raso celeste bordada en plata. Guillermo Olivares, 1981.
  • Túnica bordada en oro sobre tisú de plata. Guillermo Olivares, 1982.
  • Túnica bordada en oro sobre tisú de plata. Josefa Martín Rodríguez, 1998.
  • Túnica de tisú de oro bordada en oro, plata y sedas. José Luís Benítez Moreno, 2006.
  • Túnica de salida. Está bordada en oro, con diseño asimétrico, sobre tisú de oro. Fue realizada en 2007 por el Taller de José Antonio Grande de León, con bordados antiguos procedentes de un paño de manifestar, al igual que los del pecho de la saya de la Virgen. Además está rematada por encajes de punto a la aguja en el cuello, mangas y falda.
  • Batón de encaje de Bruselas. Mitad del Siglo XIX.
  • Batón de tela de hilo. Década de los 30 del Siglo XX.
  • Batón de tela de hilo. Compuesto por encajes antiguos y tiras bordadas, donado a la Hermandad por Antonio Velasco García.
  • Batón. Doña Victoria Escaño, 2008.